martes, 8 de marzo de 2011

El Mural


Ayer vi esta película, si bien me pareció fantástica, al terminar de verla me sentí con la necesidad de bañarme, me sentía sucia por el solo hecho de tener un cuerpo femenino.
Y pensé, ¿Por qué cuando se quiere mostrar una imagen de promiscuidad en el cine, siempre resaltan el cuerpo femenino? ¿Por qué ante una situación de promiscuidad entre dos sexos opuestos, nos queda esa sensación de asco hacia la mujer, y una de indiferencia hacia el hombre?
¿Cuánto daño social y personal nos habrá hecho el sentir que tenemos un cuerpo susceptible a ser tratado como la razón de las debilidades humanas? ¿Tanto habrán influído ciertas religiones en nuestra cultura?
¿Por qué después de ver esa película (que me gustó muchísimo), sentí culpa y vergüenza por tener un cuerpo de mujer?
Ojalá podamos empezar por devolverle al cuerpo femenino la inocencia que le robaron. Tal vez después de esto se nos escuche y respete un poco más. Tal vez, incluso, a tantos que hoy les cuesta ver una mujer con poder, puedan quitarse ese velo.

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