jueves, 5 de mayo de 2011

Días aquellos

Hay días en los que sucede algo inesperado
Días que no parecen terrenales, nada ni nadie lo son.
No se anuncian, solo llegan; sutiles, amables, casi imperceptibles.
Como si se asemejaran más a un amanecer que a una noche,
porque aún cuando ya está oscuro, sentimos el calor de las estrellas
Son días de confianza y perdón,
Son días de entrega y gracia
Días en los que una seductora fe nos invade.
Y hay que estar atentos, agradecerles su visita,
Porque así como llegan se marchan.
Como habiendo cumplido una misión,
La de recordarnos lo importante,
O tan solo, que aunque dejemos de esperarlos, volverán.